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lunes, 7 de mayo de 2012

1. Introducción

Según la Organización Mundial de la Salud una droga es toda sustancia que, introducida en el organismo por cualquier vía de administración, puede alterar de algún modo el sistema nervioso central del individuo que las consume.



CLASIFICACIÓN





Existen muchas sustancias y muchas formas de exponerlas y clasificarlas atendiendo a diferentes criterios: sus efectos, su situación legal, su peligrosidad... En este apartado hemos seleccionado las drogas de consumo más frecuente en nuestra sociedad y las hemos clasificado, atendiendo a sus efectos, según las principales familias a las que pertenecen (pinchar en el nombre para ver sus efectos, riesgos y más información):

DEPRESORAS: atenúan o inhiben los mecanismos cerebrales de la vigilia y pueden provocar, dependiendo de la dosis administrada, diferentes grados de inactivación (relajación, sedación, somnolencia, sueño, anestesia e incluso coma).

Alcohol 


Barbitúricos

Benzodiacepinas

Derivados  del cannabis

GHB

Heroína

Metadona

Poper

Sustancias volátiles
        
      
                      
 


ESTIMULANTES: sustancias que producen sensación de euforia y bienestar, aumento de la energía y del nivel de actividad motriz, estimulación del sistema cardiovascular, disminución de la sensación de fatiga, del sueño y del apetito:

Anfetaminas

Cocaína

Crack

Drogas de síntesis

Tabaco

Xantinas: cafeína, cacao, teína
        
          



PERTURBADORAS: denominadas también alucinógenos, son sustancias que alteran el estado de conciencia y la percepción de la realidad provocando extrañas sensaciones, ilusiones y alucinaciones visuales, auditivas, táctiles...

Derivados del cannabis

Drogas de síntesis

Hongos

Ketamina

LSD

PCP

Sustancias volátiles
          
         

       
Hay que tener en cuenta que algunas sustancias pueden compartir propiedades de varios grupos: estimulación/perturbación o depresión/perturbación y, por lo tanto, figuran en varios de ellos.



FORMAS DE CONSUMO





De igual manera existen también muchas formas de consumir estas sustancias, formas de las que dependerán los efectos y consecuencias posteriores al consumo, cuyo control será de vital importancia para reducir sus riesgos. Tienen que ver con:

- La cantidad de sustancia consumida.
- La pureza de la dosis.
- La frecuencia de consumo.
- La vía de consumo: oral, fumada o inhalada, esnifada o inyectada.
- La duración del consumo a lo largo del tiemo.
- Las situaciones de consumo: entorno y lugar de consumo, consumo en situaciones de especial riesgo (conducción, en tareas que requieren especial concentración o destreza, enfermedades, embarazo, mezcla de sustancias o mezcla con medicamentos...) o en situaciones en las que el consumidor, cada vez, le atribuye a las sustancias más significados o funciones en su vida.

Así podemos hablar de:

Consumos experimentales: Corresponden a las situaciones de contacto inicial con una o varias sustancias, de las cuales puede pasarse a un abandono de la misma o a la continuidad en los consumos.
En la práctica totalidad de las realidades culturales, la adolescencia es la etapa en que con mayor frecuencia surgen este tipo de consumos, si bien un alto porcentaje no reincide en el mismo.
Normalmente definen este tipo de consumo situaciones en las que el individuo desconoce los efectos de la sustancia y su consumo se realiza, generalmente, en el marco de un grupo que le invita a probarla.

Consumos ocasionales: Corresponden al uso intermitente de la sustancia, sin ninguna periodicidad fija y con largos intervalos de abstinencia.
El sujeto continúa utilizando la sustancia en grupo. Aunque es capaz de llevar a cabo las mismas actividades sin necesidad de mediar droga alguna, ya conoce la acción de la misma en su organismo y por este motivo la consume.

Consumos habituales: supone una utilización frecuente de la droga
Esta práctica puede conducirle a las otras formas de consumo, dependiendo de la sustancia que se trate, la asiduidad con que se emplee, las características de la persona, el entorno que le rodea, etc.
Algunos indicadores que definen esta forma de consumo son: el sujeto amplía las situaciones en las que recurre a las drogas. Éstas se usan tanto en grupo como de manera individual; sus efectos son perfectamente conocidos y buscados por el usuario.

Consumos compulsivos o drogodependencias: el individuo necesita la sustancia y toda su vida gira en torno a ésta a pesar de las complicaciones que ello le puede ocasionar.

Algunos indicadores de esta forma de consumo son:
- Utilización de la sustancia en mayor cantidad o por un periodo de tiempo más largo de lo que el consumidor pretendía.
- Toma de conciencia sobre la dificultad para controlar el uso de la droga.
- Empleo de la gran parte del tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia y el consumo de la misma.
- Intoxicación frecuente o síntomas de abstinencia cuando el sujeto desempeña determinadas obligaciones.
- Reducción considerable o abandono de actividades sociales, laborales o recreativas.
- Uso continuado de la sustancia a pesar de ser consciente de los problemas que le está causando.
- Tolerancia frecuente.
- Con asiduidad se recurre a la sustancia para aliviar el malestar provocado por su falta.

En cualquier caso tener en cuenta que no existe ninguna forma de consumo de la que estemos seguros con anticipación que no va a suponer riesgos y que estos riesgos no sólo dependen de las sustancias y sus características sino también de la persona (su personalidad, edad, problemática personal, estado de salud...) y del ambiente en el que se consuma (momento, lugar, compañía...).







Fuente: Fad



Estadísticas


- La droga más consumida por los españoles es el alcohol (en su mayoría jóvenes entre 20 y 24 años) y alrededor de un millón de españoles bebe en exceso los días laborables. Entre los escolares se encuentra generalizado el consumo de alcohol, especialmente los fines de semana, destacando así mismo, el aumento del uso de alcohol entre el colectivo de las mujeres más jóvenes (de 15 a 19 años).

- Los patrones de consumo han variado: las formas, frecuencias, cantidades y situaciones de consumo, así como las sustancias que se consumen no son las mismas.  Se ha producido una oferta más variada de sustancias y ha variado la situación sobre la percepción de las personas consumidoras y/o dependientes (ahora, se asocia la drogodependencia a personas socialmente integradas).


- En la última década han disminuido el consumo de alcohol, tabaco y heroína, pero ha aumentado el consumo de cocaína, drogas de síntesis (en todos los rangos de edad y especialmente entre varones) y el de los derivados del cannabis (sobre todo en jóvenes de 14 a 18 años).

- Las drogas legales, alcohol y tabaco, fueron, en 1999, las sustancias más consumidas entre la población española. Un 32,6% de la población española entre 15 y 65 años fumaba tabaco a diario, siendo mayor este consumo entre los varones (37,1%) que entre las mujeres (28,1%) En cuanto al consumo de alcohol, los consumidores diarios llegaron al 13,7%, sobresaliendo el consumo en el último mes entre las jóvenes de 15 a 19 años, consumo que se ha incrementado desde 1995 del 37,7% al 50,9% en 1999 .
- El cannabis, especialmente en su variedad de resina (hachís), era la sustancia ilegal más consumida por la población española en 1999 . El 1,1% de la población española de 15 a 65 años consumía cannabis a diario y el 19,5% lo había hecho alguna vez . Tras el cannabis se sitúa el consumo de cocaína, aumentando en los últimos años el porcentaje de consumidores regulares . El mayor número de consumidores se da entre los 20 y los 24 años, y entre los 15 y los 19 años consumen más las mujeres que los varones .
- Entre los consumidores habituales de drogas es más frecuente el policonsumo. Generalmente se consumen drogas legales acompañadas de una o varias drogas ilegales.

- La edad media de inicio de consumo es distinta para cada una de las sustancias. El alcohol y el tabaco se sitúan entre las sustancias donde el inicio del consumo es más precoz, en torno a los 13 años. Tras ellas, se sitúa el consumo de cannabis con una edad media de inicio en el consumo alrededor de los 15 años. A partir de los 15 años se inician los consumos de estimulantes.
- El intervalo de edad donde mayor consumo de sustancias de forma frecuente y abundante se produce es el de 20-24 años.  En edades posteriores tienden a reducirse significativamente los mismos, quedando un porcentaje residual de consumidores y/o drogodependientes .
- La tendencia en los últimos años es la progresiva equiparación del consumo entre hombres y mujeres, siendo más acusada en los consumos de sustancias legales. Según datos del 2000, en relación con el cannabis, hay un descenso del consumo en los varones y un aumento en las mujeres. Por su parte, la cocaína y las drogas de síntesis continúan siendo consumidas en un mayor porcentaje global por los varones aunque de 15 a 19 años son las chicas las que consumen alguna vez la sustancia con mayor frecuencia.
- El consumo de drogas se encuentra extendido a todas las clases sociales, sin que exista una primacía del consumo en las clases sociales más desfavorecidas.

Fuente: estos datos están obtenidos de las Encuestas Domiciliarias sobre Consumos de Drogas de 1995, 1997 y 1999 (población general de 15 a 65 años) y de la Encuesta a la Población Escolar del año 2000 (escolares de 14 a 18 años), todas ellas realizadas bajo la iniciativa de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.


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